Estudiantes y Profesores
de las Preparatorias 55, 224 y 171;
del Colegio Paulo Freire;
de la Universidad Revolución;
del CEAJA Revolución;
de la Primaria Quetzalcoatl.
Queridos compañeros y compañeras:
El próximo 19 de Septiembre se cumplen treinta años de la Prepa Popular Chicoloapan, hoy Prepa 55. Abracémosla con el afecto y el honor que merecen tres décadas de lucha, de organización, de sueños, quizá de conflictos y errores incluidos. La tarea sigue cumpliéndose pero falta mucho por alcanzar. Nacimos en dos aulas y una oficinita de la Secundaria Leona Vicario allá en el 27, en el turno vespertino. Éramos unos cuantos profesores improvisados y menos de un centenar de muchachos decididos a estudiar. Crecimos en la autogestión y posibilitamos luego el origen de otros proyectos: el CEAJA, antes CEPLA Revolución, la Prepa 171 en la Primavera, el Campo II, hoy prepa Chocolin, el Colegio Paulo Freire en Huehuetla, Puebla; la Universidad Revolución en 2010; y últimamente la Primaria Quetzalcoatl, en Coatlinchan. Entre otros movimientos históricos, hemos formado parte de la fundación y consolidación de la Unidad Habitacional El encino, en San Vicente; del PRD, hoy erosionado, en Chicoloapan: de la UPREZ; del SEI (Sector Educativo Independiente); del Consejo de Transformación Educativa; del Movimiento del Fuego de la Digna Resistencia; y, hemos sido parte de innumerables procesos de lucha solidaria con los Pueblos y barrios marginados.
Más que vanagloria, es pertinente reconocernos como actores vivos y creativos de esta sociedad en crisis. En nuestro andar, los y las jóvenes han sido la fuerza primordial; las mujeres han sido la energía y el cálculo preciso; los y las profesoras el núcleo que ilumina la penumbra; las y los soñadores, la punta de lanza; los padres y madres de familia el respaldo imprescindible. Todos hacemos falta, cada quien insustituible.
Hemos aprendido con el tropiezo y con el afecto, frente a la mórbida fauce del estado y el poder. En esta refriega triunfa la causa limpia, la palabra clara, las huestes honestas. Anidamos el futuro pensando lo por venir, construyendo discursos, conceptos que se materializan en la acción. Pero también envejecemos y el confort nos mantiene ya obesos, ya escleróticos.
El destino de un mundo mejor mantiene su cita para todos y cada uno, es preciso llegar a tiempo. En las aulas, en el campo, en la teoría, en el saber, en la casa, has oscuridades por amanecer y sabemos como llegar al nuevo día: decididos, contentos; del brazo aliado y con cantos solidarios.
En treinta años caben algunos disgustos, algunos cismas, pero las alas apenas y toman vuelo. En lo más alto de los riscos aguardan los críos que ya extienden también su grito… en el desierto.
Las nuevas generaciones han llegado al sitio exacto, al punto de todas las esencias: aquí donde nos hemos encontrado. Bienvenidos y bienvenidas todas sus sangres, sus miradas y sus manos levantadas al cielo. Bienvenidas las ilusiones y los bostezos modurros, a la puerta abierta, la de mil caminos.
Agradecemos a todos los que eligieron nuestra escuela y prometemos hacer lo que nos toca para no decepcionarlos. Agradecemos su tiempo para nuestra voluntad necia.
Treinta años, un poco de nostalgia y la esperanza intacta.
¡Que florezca la libertad y se multipliquen los caminos de lucha!
¡Nos faltan 43 + miles!
¡Hasta la victoria CNTE!
Oscar Hernández Neri
Reclusorio Molino de las Flores, Texcoco.
Agosto de 2018.