Fomentar una cultura de paz es esencial para el desarrollo integral de la sociedad,
especialmente en el entorno escolar, donde se forjan las bases del comportamiento y la
convivencia futura. La implementación de actividades dirigidas a fortalecer la cultura de paz
contribuye de manera significativa a la creación de un ambiente armónico y respetuoso. Es por
ello que desde hace varios años la EPO 55 apuesta por fortalecer este eje transversal, que tiene
como objetivo “Generar ambientes de sana convivencia en la comunidad escolar promoviendo
actitudes y conductas asertivas para favorecer una cultura de paz.”
Consideramos, que estas actividades promueven valores como el respeto, la tolerancia y la
empatía, elementos fundamentales para la resolución pacífica de conflictos. Además, permiten
a la comunidad escolar desarrollar habilidades sociales y emocionales que son cruciales para
una convivencia saludable y productiva.
En el contexto educativo, la cultura de paz no solo reduce los índices de violencia y acoso escolar,
sino que también mejora el rendimiento académico y el bienestar general de las personas que
convivimos en esta escuela. Actividades como talleres, jornadas de reflexión, y proyectos
colaborativos fomentan el diálogo y el entendimiento mutuo, preparando a los jóvenes para ser
ciudadanos responsables y comprometidos con la construcción de una sociedad más justa y
equitativa.
Una de las últimas actividades encaminadas a consolidar este eje transversal, fue la fiesta
Mexicana con causa realizada por estudiantes y docentes de tercer grado de ambos turnos, en
conmemoración del 36 aniversario de la preparatoria; en donde el resultado fue favorable ya
que se logró fomentar la responsabilidad, el compromiso, la solidaridad y el respeto entre los
miembros de la comunidad escolar.
Es por ello que pensamos que la implementación de actividades no solo académicas, sino
también culturales, artísticas y lúdicas pueden contribuir a ir conformando lo que Murrueta
(2023) llama la sociedad del afecto, en donde se pretende el mayor disfrute, la mayor felicidad
y el mayor placer de todos (p. 50) porque eso permite fortalecer las relaciones interpersonales,
mejorar la comunicación y el trabajo en equipo, y fomentar el bienestar emocional de la
comunidad escolar (estudiantes, padres, madres de familia, tutores, tutoras, personal no
docente, docentes). Además, puede ser una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de los valores y la empatía en la educación y cómo estos pueden ser aplicados en el aula para
mejorar el aprendizaje y el desarrollo integral de los estudiantes.
Para la sociedad del afecto, las artes y en general, la estética, son el vehículo de la afectividad colectiva, y tienen un papel prioritario en la vida comunitaria (p.57), por esta causa es importante involucrar los más posible a la comunidad estudiantil a participar en estos eventos.
De acuerdo con Murueta (2023), la afectividad es la base de la generosidad, la solidaridad,
la comprensión de los sentimientos y de los puntos de vista de otros, de la amabilidad, del
respeto, de la aceptación y de la integración de la diversidad de perspectivas. (pp39), y dado
que nuestra función como institución educativa es incidir en la formación integral de nuestra
población estudiantil es que se plantean diversas actividades a realizarse a partir del lunes 2 de
diciembre.
